Fobias Específicas
El miedo es una emoción común en todos los seres humanos. Nacemos con ella, y a través de la educación, las vivencias, el entorno y la cultura va modulándose en cada uno de nosotros. El miedo es adaptativo, nos protege y prepara a nuestro cuerpo para luchar o huir ante una situación de peligro.
Sin embargo, cuando experimentamos miedo ante una situación que no supone una amenaza real, nos encontramos ante un miedo desadaptativo.
Las fobias específicas se caracterizan por un miedo intenso y persistente que es excesivo o irracional y se desencadena por la presencia o anticipación de estímulos, objetos o situaciones específicos: animales, lugares cerrados, alturas, oscuridad, tormentas, vuelos, ver sangre, recibir inyecciones (intravenosas, musculares), intervenciones médicas (dentales, p.ej.), tragar alimentos sólidos, conducir un coche, aguas profundas. En la fobia a la sangre suelen aparecer náuseas y desvanecimiento y no siempre se da el miedo.
Tras el miedo intenso, se produce en la persona una serie de reacciones típicas tanto fisiológicas, cognitivas como motoras.
- Sudoración
- Tensión muscular
- Palpitaciones
- Taquicardia
- Temblor
- Dificultad para respirar
- Sequedad de boca
- Dificultad para tragar
- Mareo
- Náuseas
- Preocupación
- Temor
- Dificultad para decidir
- Inseguridad
- Pensamientos negativos sobre uno mismo
- Temor a que los demás se den cuenta de nuestras dificultades
- Temor a perder el control
- Evitación de situaciones temidas
- Fumar, beber o comer en exceso
- Intranquilidad motora o ir de un lado a otro sin una finalidad concreta
- Quedarse paralizado
- Tartamudear
- Llorar
Las fobias pueden interferir en la vida cotidiana de quienes las padecen, pudiendo ocasionar diversos problemas en su vida personal, profesional y social. Por ello, es muy importante pedir ayuda a un especialista, puesto que en la mayoría de los casos, no van a desaparecer por sí solas.
La terapia cognitivo-conductual, en la actualidad, es el tratamiento más eficaz para tratar las fobias específicas, ya que expone a la persona a la situación temida y además, trabaja con las creencias irracionales.
Maria R.S.
Me parece una descripción muy correcta del problema que yo estaba experimentando. A mí me ha ayudado mucho comprenderlo y usar las herramientas para atajarlo.
Alicia G.G.
La terapia me ha hecho comprender mis sensaciones y a poder controlarlas y manejarme en esas situaciones que no me hacían bien.