Dependencia Emocional
La dependencia emocional es una trampa que encadena nuestra felicidad a otra persona. Llegamos a creer y sentir que no podemos vivir ni ser felices sin esa persona a la que “queremos”. Existe una necesidad de amor y vínculo afectivo.
Las personas con dependencia emocional suelen iniciar y tener relaciones poco sanas, un sentimiento continuo de miedo o temor a que la relación termine en algún momento y, un sufrimiento significativo que está presente en la mayor parte del tiempo. Se puede tener dependencia emocional a una pareja, familia o amistad. En una relación es necesario cierto grado de dependencia sana, un equilibrio entre ambas partes, puesto que, si fuéramos totalmente independientes, acabaría siendo una relación disfuncional.
En muchas ocasiones, la persona dependiente tiende a “engancharse” a parejas dominantes, narcisistas o autoritarias. Estas parejas suelen llegar a ejercer algún tipo de maltrato físico o psicológico. La mayoría de personas que sufren dependencia emocional son capaces de reconocer el maltrato o el menosprecio que sufren, pero son incapaces de dejar la relación.
Las principales características de las personas dependientes emocionalmente son:
- Baja autoestima y autodesprecio.
- Inseguridad.
- Miedos irracionales.
- Sentimiento constante de vacío que trata de compensar con la relación de pareja.
- Pensamientos obsesivos relacionados con la pareja.
- Desconfianza.
- Alto grado de sufrimiento.
- Necesidad de agradar y obtener la aprobación por parte de los demás.
- Temor al rechazo y dificultad para dar su opinión.
- Miedo a la soledad.
- Renuncia a las necesidades propias.
- Celos y control excesivo.
- Dificultad en la toma de decisiones.
La característica común en todos los casos es una autoestima insana, que conlleva a infravalorarse continuamente. Si te sientes identificada/o, busca ayuda. Es necesario iniciar una terapia psicológica, el primer paso es reconocer que se tiene un problema y decidir buscar la manera de solucionarlo.
Maria R.S.
Me parece una descripción muy correcta del problema que yo estaba experimentando. A mí me ha ayudado mucho comprenderlo y usar las herramientas para atajarlo.
Alicia G.G.
La terapia me ha hecho comprender mis sensaciones y a poder controlarlas y manejarme en esas situaciones que no me hacían bien.